Hospedería Cisterciense

Fui con dos amigos y la experiencia no pudo ser mejor. Un lugar sin grandes pretensiones pero sumamente limpio y agradable. Hicimos de él nuestra base para visitar otros lugares de interés como los monasterios de Yuso y Suso, Najera y Burgos amén de la propia localidad que tiene una bonita catedral. Sin duda volveremos nuevamente ya que la amabilidad de las monjas, como la simpática hermana Rosalía y la venerable hermana Blanca, que nos atendió a nuestra llegada, nos llenó profundamente.