Florence House Hotel & Restaurant

Hotel nuevo, situado en una calle donde todo lo de alrededor es parte del hotelito así que muy bien acompañado. El edificio es muy bonito y la zona también. Pedimos la habitación pequeña con ducha y pese a que pensábamos que iba a ser diminuta, ¡para nada! Era una habitación perfecta para dos, con un baño muy amplio y con mucha luz y ventanas tanto el baño como la habitación a la calle. El hotel muy tranquilo, nuestra habitación estaba en zona de paso pero no escuchamos ni un ruido. Y todo muy limpio. Está muy cerca del paseo de la playa, tienen un restaurante (un poco caro) propiedad del hotel, en la calle de al lado. Para ir al centro es un buen tramo caminando y en invierno, como es una ciudad sin mucha gente, no da mucha buena espina de noche, pero no hay problema. En la habitación había tetera y tés, leche... perfecto! El único pero es que cuando llegamos, directos para el check out a la hora que empezaba, no había nadie en recepción (y recepción estaba cerrada, solo se podía acceder con la tarjeta del hotel). Estuvimos esperando tanto nosotros como varias personas más, alrededor de 20 minutos a que llegaran, en la calle y con lluvia. Tocábamos al timbre y llamábamos y nadie abría. Tardaron un buen rato y no dieron explicaciones.