Gizella

Estuvimos en este hotel una sola noche y sin planificarlo antes, íbamos de camino a Budapest y decidimos dormir en esta ciudad buscando un hotel a última hora. Hay que decir que la ciudad tiene un casco antiguo bonito y bien conservado con una iniciativa local clara para promocionarlo turisticamente, aunque seguramente será visitado sobretodo por húngaros ya que se encuentra cerca del lago Balaton, visitado sólo por ellos. El hotel se encuentra justo debajo de el centro histórico y ocupa un antiguo edificio histórico muy reformado y bien conservado y con un cierto encanto. Las instalaciones están en perfectas condiciones haciendo que las habitaciones sean confortables. Dispone además de wifi gratuito para todas las habitaciones, aunque con ciertas dificultades para llegar en condiciones, seguramente por las características del edificio. Dispone de un restaurante con terraza con una buena carta, y el servicio es atento y agradable. Hay aparcamiento privado para el hotel. Quizá el mayor pero es el precio, excesivo por la zona aunque no por el hotel. Pero ojo, por lo que vimos existe la negociación, y nos hicieron un descuento en el precio de la habitación.