Hotel Restaurant Krehl's Linde

Nos hospedamos en el Krehl's Linde dos días a finales de abril. Estábamos visitando el área para ir a Cannstatter Volksfest y ver otras atracciones de la zona. Como este fue nuestro primer viaje a Europa, quisimos hospedarnos en hoteles más pequeños con un poco de personalidad. Eso es definitivamente lo que obtuvimos con el Krehl's Linde. Solo quedaba a unas cuantas paradas en S-bahn de la estación principal y pocos minutos a pie de allí. Estaba más como en un vecindario, lo cual era bonito después de tener un día lleno de actividades en el centro. La instalación es mona, y la mantienen bien. No es perfecta, pero definitivamente tiene una cualidad encantadora. Teníamos espacio adecuado en nuestra habitación y las muchas ventanas hicieron que la habitación pareciera brillante y alegre. El desayuno tenía una selección bastante decente, y el personal fue muy agradable. No cenamos en el restaurante, pero sí nos sentamos en el patio para disfrutar un poco de vino y el trío de postres, un fin estupendo a un día de visitas turísticas. En general, tuvimos una estancia agradable. No es un complejo lujoso y extravagante, pero es un lugar bonito, limpio, acogedor, e interesante. No dudaríamos en volvernos a hospedar allí. Fue un bonito comienzo a nuestros primeros días en Europa.