Smögens Hafvsbad

Mi esposo y yo visitamos el hotel en época de no mucho turismo, la habitación que nos toco fue en el primer piso o en el sótano todo depende de la entrada. Al este hotel le tiene algo de lo antiguo. Por ejemplo, ¡la entrada está marcada culturalmente! Todas las habitaciones están decoradas con un elegante diseño escandinavo. Las habitaciones están ubicadas en el lado de lectura, que es el anexo de Smögens Hafvsbad a unos 100 m del edificio principal. Todas las habitaciones disponen de baño y servicio, teléfono, Tele conexión a internet y minibar. Tenga en cuenta que las camas supletorias solo están disponibles para niños de hasta 12 años. La zona de spa del hotel incluye una piscina cubierta, sauna, bañera de hidromasaje, solárium y la posibilidad de entrenar en grupo o en el gimnasio. También hay una amplia gama de tratamientos de spa, que deben reservarse con suficiente antelación. Nuestra visita era de una noche para otra. En nuestra visita estaba incluida una cena completa. Todo pagado anteriormente pero no la bebida. En este tiempo con pandemia es un tiempo difícil pero se nota que todos están pendiente y que no se puede vivir como antes. Nuestra cena fue magnifica con buena comida tres platos una entrada de un tatar de carne segundo plato Lomo de bacalao al vapor y de postre una Pannacotta con caramelo con correspondientes vinos. El servicio muy bueno y sin apuro. La sala de cena no estaba llena y tampoco estrecho. El area de Spa tiene saunas y piscinas fuentes de agua fria. No pude sacar fotos. Pero el area no es muy grande en verano se habre y hay puestos afuera en la terraza. Me imagino que en el verano debe haber más gente. Smögen es un lugar muy especial y con mucho turismo. El hotel es recomendable a cualquier tiempo de las estaciones.