The Weir House

Hemos estado 2 días en esta maravillosa propiedad. No hay palabras para describirlo. La casa está decorada con un gusto exquisito y el entorno es de ensueño. No necesitas ir a ningún sitio aquí lo tienes todo; puedes bañarte en el río, caminar por plantaciones de te, ver a las mujeres recogiendo te, a niños nadando en el río, monos en los árboles. También puedes ir caminando a un templo junto a la estación de tren y ver pasar trenes que parecen de juguete. Quedarte en casa tumbada en la piscina escuchando el ruido del río o leyendo en el magnífico salón. Si a todo esto le sumas que el hotel está regentado por una persona entrañable y un cocinero de estrella Michelin, desearás no irte de aquí. Gracias a Lucien, siempre amable y cariñoso intentando ayudar con sus consejos y conocimiento del país y a Leysle por cocinar con tanto amor y al resto del staff que nos ha cuidado con esmero. Si vais,pedir sopa de gambas y el pudíng de chocolate; no hemos comido nunca otro mejor!!