Cascade Vally

Reservamos sólo una noche porque no nos dio tiempo a quedar otra. Es tan bonito y relajante, estás en plena naturaleza con unas vistas espectaculares de las cascadas. Al llegar te ofrecen un té el cual tomamos relajadamente en la terraza hipnotizados por las vistas. El alojamiento consta de tres habitaciones todas con un enorme baño incluido. La habitación es sencilla pero no le falta de nada. No hemos cenado aquí pero otros huéspedes nos han dicho que era deliciosa. El desayuno es muy abundante, con pancakes típicos de coco y miel. Volvería aquí sólo por la desconexión, por estar tranquilamente en plena naturaleza escuchando el agua de la cascada y el sonido de los pájaros. Está algo alejado del centro, 15 min caminando.