Quinta da Foz dos Castelhanos

No estábamos muy seguros del hotel, era como decían los canijos, una aventura. No había comentarios actuales en tripadvisor, y la web no era del todo clara y está pidiendo un cambio a gritos, pero hablar con la encargada por teléfono y todas las facilidades que nos dieron, nos dejaron algo más tranquilos. El resultado no ha podido ser mejor, el lugar tranquilo como pocos y cerca de grandes ciudades y de la playa, los dueños, encantadores sería poco decir, la quinta, preciosa todo lo grande que es y el apartamento (el de en medio como decían ellos) no le faltaba detalle, incluso el horno y el microondas, era mejor que el que tengo en casa y los cuchillos, no los tienen tan buenos en muchas cocinas. El salón, grande, los tres baños más que limpios, las camas con sábanas bordadas, la vegetación, cuidada cuidada, la piscina de 20m, sola para nosotros y los niños recogiendo huevos todas las mañanas, persiguiendo al pavo real, dando de comer a cerditos y ovejas… vamos, que salir de casa era una tarea muy difícil cada día y las noches acababan siempre en la piscina, con el sonido de las ranas como único acompañante. Por detalles, hasta nos habían dejado preparado lo básico para el desayuno del primer día. Gracias por unos días tan fabulosos.