Tanka Bed And Breakfast

Somos una pareja que estuvimos buscando alojamiento en Lisboa para un día y no nos gustaba nada de lo que veíamos, o lo que nos gustaba ya estaba ocupado. Encontramos este Bed&Breakfast y probamos por primera vez esta experiencia, y fue... EXCELENTE!! Al principio no encontrábamos el alojamiento con el coche, así que decidimos aparcar en un parking cercano y buscarlo a pie. Nos encontramos con una puerta un poco antigua, y vemos que en el portero de los timbres hay un que nos indican que es TANKA, así que tocamos para que nos abriera la puerta. Nos encontramos un portal estilo la serie de "Aquí no hay quien viva", de madera, antiguo, con el mismo ascensor, que se cierra con la rejilla metálica, igual todo, pero en antiguo, es más, el único botón que faltaba en el ascensor era de la planta a la que íbamos. Llegamos y nos abre Tanka, una excelente mujer que nos da las llaves del alojamiento, nos explica todo un poco e incluso nos llega a ofrecer su baño por si alguno de los dos que hay en el alojamiento está ocupado en algún momento (ya que los baños, cocina y salón se comparten con las personas que vayan a estar alojadas). Estaba todo muy limpio, no nos cruzamos apenas con nadie de los que se alojaban allí. Los baños siempre estaban limpios, Tanka estaba pendiente de cuando salía alguien para mirar si tenía que limpiar algo o no, siempre perfecto todo. En los baños no faltaba de nada, todo tipo de geles, champús, secador y todo lo necesario. En la cocina tampoco faltaba de nada: tostadora, cafetera, microondas, lavadora,... El desayuno era completo, había pan, embutido, cereales, NUTELLA, algo de bollería también,... etc. Al salón no llegamos a entrar. Nuestra habitación era la de Roma, era amplia, con wifi en todo momento, armario, mesa, sillas, lo necesario para pasar la noche. Todo limpio! Tanka nos explicó como movernos por Lisboa, lo más importante e incluso nos sugerió cómo seguir con nuestra ruta en coche para seguir visitando bonitos sitios. Un trato excelente, de 10!!