Casa do Papagaio Verde

Somos una pareja que estuvimos alojados del 18 al 22 de Agosto en la habitación "Junior Suite" de la Casa do Papagaio Verde. Nuestra experiencia no pudo ser más positiva. Disfrutamos al máximo de la amplia habitación y de las impresionantes vistas sobre el océano que se podían apreciar desde su terraza privada, donde nos servían el desayuno atentamente cada mañana, así como del resto de las instalaciones de la casa (especialmente de la piscina). Así pues, los puntos fuertes de este alojamiento son las vistas desde la habitación y desde el jardín, la piscina, la ausencia de ruido, el confort de la cama así como el excelente trato de todo el personal. En cuanto a la ubicación, al llevar coche de alquiler, nos pareció correcta dado que teníamos la autovía al lado, desde donde llegábamos a Funchal en 10 min y nos sirvió de excelente punto de partida para explorar el resto de la isla. Otra peculiaridad de este establecimiento es que puedes gozar de la afable presencia de los gatos que viven en el jardín, lo cual contribuye de forma muy positiva a la atmósfera de paz que en la casa se percibe. Como puntos de mejora podríamos mencionar al desayuno el cual no contempla ni bollería, ni zumos naturales, ni cereales, ni platos calientes. Para nosotros todas estas opciones no son imprescindibles así que no es un punto que tuviéramos mucho en consideración pero, si estas muchos días, el desayuno puede tornarse monótono. Por último, hacer especial mención al personal del hotel que en todo momento fue amable y atento y nos hizo sentir como en casa y con una total libertad para disfrutar de todo el alojamiento.