Kyoto Ryokan SAKANOUE

El hotel es un ryokan tradicional, y por lo tanto hay que saber a lo que se va. Está situado en pleno Gion, a unos 15-20min andando del templo Kiyomizudera, y muy muy cerca de la calle principal. La ubicación es perfecta. El check in es de 3 a 7 de la tarde. La cena se sirve entre las 6 y las 7.30 de la tarde, eligiendo en qué tramo se va a cenar, pues es cuando ellos preparan la habitación con los futones para dormir. Al llegar en la habitación te tienen preparado un té matcha caliente con dulces. Hay un pequeño librito en inglés-chino-japonés-coreano con dibujos en donde te explican las directrices básicas del funcionamiento de un ryokan. Nuestra habitación era la 33, limpia y acogedora. Tienen algunos amenities básicos, y la ducha privada cuenta con una pequeña bañera de madera y el taburete clásico, así como con champú, gel y acondicionador. La cena es muy muy abundante, por lo que recomiendo ir con mucha hambre. En mi caso escribí una semana antes para avisar de alergia al pescado, y sin problema me tenían preparada una variedad con carne y verduras. Lo malo es que no explican cómo deben comerse los platos ni el orden, y si no estás familiarizado con el menú kaiseki puedes cometer errores. Algunos platos no fueron de mi agrado pero no por la elaboración, sino por la diferencia de gustos y texturas entre lo oriental y lo occidental. Al volver de la cena, efectivamente estaba la mesa y sillas retiradas y preparados los futones. La calidad del sueño fue muy buena, aunque hay que tener en cuenta que hay que volver al hotel antes de las 12 de la noche, pues cierran por seguridad la puerta exterior. Hay también yukata para los huéspedes y calcetines con los dedos separados. Vestirse con ello y pasearse por el jardín interior del hotel es una parte importante de la experiencia. El desayuno puede elegirse o japonés u occidental, eligiendo yo en este caso el occidental (huevos revueltos, salchichas, ensalada, arroz, té, sopa de miso, zumo de naranja). El check out debe realizarse antes de las 10 de la mañana, y hay que abonar unos 800Y por persona de impuesto de hospedaje. El personal en general fue correcto, y destaco que tienen entre ellos a un chico occidental angloparlante, lo cual facilita el entendimiento. En resumen, para una noche está muy bien vivir la experiencia.