Castellinuzza

Fuimos recomendados por la oficina de turismo de Greve in Chianti, la idea era hacer una cata de vinos con una comida "ligera". Cuando llegamos nos recibe una señora simpatiquísima (Oriana) que nos dice que esperemos un poquito y enseguida nos atiende. Había dos mesas montadas en un jardín precioso, tranquilo, con vistas espectaculares. Nos sentamos y empiezan a sacar cosas: además de una botella de vino y agua (eramos mi marido, mi hijo de 8 años y yo) nos ponen pasta, embutido, unas tostas con tomates cherry buenísimas y más cosas que no pudimos acabarnos (y los tres comemos muy bien). Oriana, la dueña encantadora del lugar, aún salía a preguntarnos si queríamos algo más! Luego de eso fuimos las dos parejas a hacer la cata. En ningún momento nos hemos sentido obligados a comprar nada pero lo hicimos además de porque nos gustaron los vinos porque estábamos super agradecidos por el buen trato y la generosidad con que nos atendieron. Y todo a un precio super asequible, 20 euros los adultos si no recuerdo mal. Super recomendable, y si algún día puedo volver, me quedaré en el B&B que tenía una pinta estupenda. Enhorabuena Oriana por tu buen hacer!