Glenside Hotel

Acabábamos de llegar a Dublín un domingo al mediodía. Después de recorrer la ciudad en un free tour con una guía estupenda, cogimos el coche y nos dirigimos a Drogheda. Necesitábamos un sitio en el que alojarnos fuera de la cara ciudad de Dublín y en el momento de organizar el viaje topamos por Internet con el Glenside Hotel. Tenían una oferta de cena, alojamiento y desayuno a un muy buen precio y nos pareció una buena opción. Lo que no sabíamos es lo maravilladas que íbamos a quedar con nuestra visita. La cena fue ESPECTACULAR. La mejor crema de verduras que haya comido, de verdad. La habitación muy acogedora, con una almohadas geniales y muy limpia. El personal muy educado, muy amable y muy servicial, dispuesto a ayudarte a todo. Y el parking ¡GRATUITO! La única pega, por buscarle una, fue que el desayuno no fue una agradable sorpresa, como la cena. Tienen un bufé frío y la carta de desayuno cocinado. La calidad de la comida seguía siendo buena, pero la presentación dejó un poco que desear (tostadas quemadas y raciones pequeñas). Tampoco tenían otra opción de leche (ni leche sin lactosa, ni soja), lo cual me dejó sin la posibilidad de tomarme un café. Pero vaya, el conjunto nos ha dejado un muy buen sabor de boca para empezar nuestro viaje por Irlanda.