Klimt

Pase 3 dias con una amiga en Klimt Guesthouse a primeros de septiembre. Después de alojarme en este hotel reafirmo mi convicción de que en ocasiones el alojamiento elegido cambia totalmente la percepción de una ciudad. La ciudad de Rodas me decepcionó levemente. Klimt Guesthouse no. Si lo que uno quiere es un hotel mas ajustado de precio, los hay incontables. Si uno quiere un alojamiento con una relación calidad precio mejor es muy muy dificil encontrarlo. Primero, la limpieza. Los estándares de limpieza del Klimt guesthouse son increibles incluso para una persona tan puntillosa como yo. Es verdad que no hay champu ni gel ni amenities en general (como dice la opinion anterior), pero eso es algo totalmente prescindible. La dueña es encantadora, y las recomendaciones que hace tremendamente acertadas, tanto gastronómicas como de playas o visitas culturales. Y sus desayunos son perfectos. Te pregunta lo que quieres para desayunar y en funcion de tus preferencias eso es lo que te ofrece. La calidad de todo es excelente. Ah, y te permite desayunar hasta las 3 de la tarde. A nosotras si nos permitió pagar con tarjeta sin problemas. Y no sólo eso sino que tuve un pequeño problema laboral y me dejó utilizar el ordenador sin problemas durante horas, así como imprimir también los billetes del siguiente vuelo. Se encuentra situado en mitad de los callejones de ciudad de Rodas pero con una app movil con GPS lo encontramos sin problemas. Y con un mapa también, la calle es grande y está cerca del bullicio de la ciudad pero convenientemente alejado de ella. Previamente hay que decir que la dueña me mandó un mail para irnos a recoger, cosa que no estimamos necesaria. En definitiva, un gusto haberse alojado en el Klimt guesthouse y haber conocido a Jutta y a Max