Mira Mare

Es una lástima habernos alojado solamente una noche en este hotelito, de no más de cinco habitaciones, donde te recibe la propietaria amablemente. La habitación que reservamos era triple, con una cama grande y un sofá cama y dos terrazas,El baño era muy pequeño, pero suficiente. Todo limpísimo. Las sábanas y las toallas olían fenomenal. como en casa. Lo mejor, como todo el mundo indica, el desayuno, todo a base de productos caseros (tartas, mermeladas, zumos naturales) y una cantidad imposible de comer. La señora que nos atendió en el desayuno, un encanto, super amable. El pueblo es encantador, y los alrededores muy bonitos. Me gustaría volver con más tiempo. Si estas por la zona, reserva este hotel, no te arrepentirás¡