B&B Le Miroir aux Fées

Edificio antiguo tratado con el respeto que merecen sus viejas paredes, La escalera de piedra parece dirigirte a la cúspide de una torre de cuento, y al llegar a la habitación, una cama de cuento, una limpieza impecable y cariño en cada rincón. Con respecto a la ubicación, no la hay mejor. Estás a un paso de todo. El trato, como en casa. El diminuto comedor te hace pensar, como he leído en algún comentario que estás de visita en casa de tu abuela, pero tomando un desayuno delicioso, natural y muy diferente. Burdeos como ciudad me da dejado ganas, muchas ganas de volver, es deliciosa, viva, llena de rincones con encanto, y con un punto decadente que me ha enamorado, pero Le Miroir aux Fees se ha convertido en otro motivo para el reencuentro con una ciudad que me ha llegado al corazón.