Albatros Citadel Sahl Hashsih

En primer lugar, la localización del hotel y su arquitectura son maravillosas. Es grande, como una ciudad pequeña, y eso hace que haya espacio para todo el mundo incluso si la ocupación es máxima. Las habitaciones están muy bien y tienen unas vistas increíbles. El servicio de todos los empleados es maravilloso, nos han tratado genial. Es más, algunas veces me he enfadado porque algunos turistas no tienen la educación suficiente para agradecer a los empleados su trabajo y se creen que son esclavos, hablándoles de mala manera y faltándoles el respeto. Insisto en este punto, el trato por parte de todos los empleados, especialmente camareros y socorristas, ha sido excepcional. La comida es de buena calidad. Por supuesto a lo largo de una semana se puede hacer repetitivo, pero hay diferentes tipos de comida y variedad para todo el mundo. También intentan cambiar cada día la temática de la comida (mediterránea, asiática, por países…) para darle un aire fresco. Las piscinas y sobre todo, las playas, son increíbles. Y la experiencia de bucear y hacer snorkeling es muy recomendable. Hay unos corales llenos de peces muy bonitos. Importante no olvidar el calzado adecuado para bañarse. Sin duda repetiremos esta experiencia. Me gustaría hacer especial mención a algunos empleados que han hecho nuestro día a día mucho más fácil y agradable: Ahmed Arafat (barman en Marián Café), Ibrahim Mohamed (socorrista en la piscina), Ahamed Saber (camarero en Citadel restaurant), Ibrahim Mohamed (camarero en Citadel Restaurant) y Liza (Servicio de animación). Transmítales nuestro más sincero agradecimiento. Anna y Pedro