Hotel Kristberg

Fuimos con mi esposa y nuestras dos hijas (9 y 3 años) una semana a esquiar a Lech por primera vez y hemos quedado sorprendidos por el excelente servicio recibido de todo el equipo. Previo a la llegada ya nos sorprendió que nos llamaran por teléfono hablando en español a primera hora del día indicándonos el mejor camino para llegar por la fuerte nevada de la noche anterior. El hotel es encantador en su arquitectura tradicional del tirol decorado con muy buen gusto y cuidado en cada detalle de todos sus ambientes comunes y habitaciones y con una vista espectacular a las pistas y montaña. Posee parking gratis. El checkin fue super rápido y ágil inclusive encargándose ellos de gestionar los pases para esquiar de toda la familia. Las habitaciones son super cómodas con dos ambientes conectados y un baño grande para todos super equipado. La limpieza es impecable en todo el hotel y habitaciones. Y permanentemente están pasando por las habitaciones para cambiar toallas y a la noche para preparar las camas para dormir siempre con algún detalle y sorpresa. Egon su dueño, una leyenda del esquí en Austria, es una persona super encantadora siempre presente y atento en todo momento y cuidando que todos sus huéspedes estén cómodos y confortables. Tanto el equipo de recepción, como del comedor y spa también son muy atentos, serviciales y siempre afectuosos con nuestras hijas. La comida es otro punto a destacar de excelente calidad y con varias opciones para su menú de cinco pasos que todos los días fue diferente. El spa también es muy bueno con sauna seco, húmedo y yacuzzi abierto de 16 a 20 hs.. El centro es espectacular con mas de 200 km de pistas y con muchos servicios y opciones siendo la mejor opción para hospedarse Lech por el encanto de su pueblo y los servicios que ofrecen. Definitivamente volveremos!