Auberge La Fjordelaise & la Rosalie

Este hotel está distribuido en dos casas de madera a las orillas del fiordo de Saguenay, en un lugar muy tranquilo, que se puede tomar como base para realizar muchas actividades en la naturaleza. Nos alojamos en la casa Rosalie que está al lado del albergue principal. Nuestra habitación, situada en la primera planta era cómoda, limpia y bien decorada, aunque un poco pequeña. El lugar es muy silencioso, aunque como las paredes y techos son de madera dependerá de los vecinos que tengas. La casa dispone de zonas comunes: salón, cocina y terraza con vistas al fiordo, también tiene parking exterior gratuito. El desayuno es bueno y abundante, consiste en café, zumo, tostadas y un plato a elegir. En definitiva una buena opción para visitar el parque nacional del Saguenay o símplemente para relajarse unos días en la naturaleza.