Pousada Casa Da Vitória

Estuvimos seis días en Salvador de Bahía, en agosto, alojados en Casa da Vitoria. Elegimos ese alojamiento orientados por las muchas opiniones que uno puede leer en Trip Advisor. Y en verdad, mis comentarios no serán esta vez nada originales, porque no harán sino confirmar lo que expresa con razón la mayoría de esas opiniones. Al encanto de una casa muy linda, bien mantenida y mejor decorada, en una de las mejores zonas residenciales de Salvador, se une una atención exquisita, discreta y para nada cargosa de todo su personal. No conocimos a Augusta, la propietaria, salvo en una breve conversación telefónica, pero sí a su esposo, que cada vez que nos encontramos nos ayudó a entender un poco la realidad del Brasil actual y de la ciudad en la que nos encontrábamos. Pedro, excelente en su función de manager, estuvo siempre atento a nuestros requerimientos con la mejor disposición. Y lo mismo cabe decir de Bau y Denise, dos colaboradoras que todas las mañanas nos sorprendían con un exquisito 'brunch', que a diferencia de lo que ocurre en todos los hoteles, cada día era distinto pero igual de reconfortante y delicado. Aunque algo de portugués (en realidad, 'portuñol') conozco, a veces no entendíamos las explicaciones que ellas nos daban, en particular de algunas frutas que nos servían que para nosotros eran algo exóticas. Pero ellas se las ingeniaban y celular en mano nos mostraban de qué se trataba... En fin, fue una estadía en una ciudad muy interesante por su historia y su realidad actual, no sólo acogidos como se debe acoger a quienes nos visitan en nuestra propia casa, sino además atendidos con un cuidado y delicadeza que están mucho más allá de los spa, gimnasios, piscinas y tantas otras 'ammenities' con las que nos tientan los grandes hoteles.